Ya desde la antigüedad se le han atribuido a la leche de cabra muchos beneficios y propiedades curativas. Como en todas las áreas estas tradiciones tienen su base en aspectos reales. Los estudios recientes lo han comprobado y muestran que las proteínas de la leche de cabra se absorben más fácilmente y la fracción de ellas que con frecuencia produce la intolerancia, está en menor proporción que en la de vaca, lo mismo que la lactosa que produce las “alergias” a la leche. Actualmente muchos países venden la leche de cabra envasada y en polvo para alimentar bebés y niños pequeños.
Asimismo, los glóbulos grasos de la leche caprina son pequeños, lo cual la hace más digestible y naturalmente homogeneizada, su digestión no requiere gran proporción de sales biliares por su mayor cantidad de ácidos grasos de cadena corta y media. La importante concentración de ácido caprílico es una cualidad pues disminuye el colesterol, porque limitan su depósito en los tejidos y favorece la absorción de otras grasas, proteínas y minerales.
Las características de este fluido, hacen de él un excelente producto para utilizarse en diferentes formas, puede ser un alimento importante en pacientes con alteraciones digestivas, como úlcera gástrica, colitis y otros trastornos relacionados. Tal vez su característica hipoalergénica provoca menor cantidad de mucosidad que la leche de vaca, razón por la cual, resulta más sana para personas con afecciones de las vías respiratorias.
Nuestra producción es comercializada con empresas que la transforman, por el momento no contamos con venta de leche envasada, sin embargo sí vendemos a menudeo a pie de granja.